Con sorbos de un amor ficticio voy tragando las pildoras para no soñar, y es que cuanta envidia me despiertan los muertos, ellos ya no sueñan, ya no aman, ya no recuerdan... y yo debo mitigar el dolor de mis sueños con farmacos adictivos como tu amor, lejano y a la vez tan inmenso que hasta mi humide morada me sigue alumbrando y quemando el alma...
La ficcion de este amor, es punto cardinal, estrella del norte que guia mis anhelos a algo mas que tu estampa en mi memoria, queriendo olvidar ingiero vida de la fruta prohibida y solo cambio mi malestar onirico por una alucinacion misericorde que evita que mi alma se colapse y desaparezca... vagué, divagué, deambulé por el limbo, ignorante que hasta el lugar de penitencía nos han robado, buscando sin hallar la fuente del deseo de seguir vivo.
El engaño de este amor me hizo creer en algo mas que en naturaleza y ciencia, aun cuando tenia el sabor del ajenjo, la dulzura de sus besos y la miel de su cuerpo, me hacian soportable su invencion imaginaria, inexistente, y ahora ya no esta, ya no es ¿por que?
Parece que solo es un sueño con inteligencia propia en una noche helada, donde la muerte ronda y el unico beso que reciba sera de ella, un trago para el olvido, una pildora y un beso de ella, nunca mas de tí...
